He aquí el mejor destino del país para ser testigo de la migración de estas criaturas majestuosas. Considerado epicentro fundamental de la conservación de naturaleza a escala planetaria, esta bahía, anclada entre la delta del río San Juan y la bahía de Buenaventura, es reconocida mundialmente por ser uno de los sitios de destino de la migración estacional de poblaciones de la ballena jorobada (megaptera novaeangliae) que arriba a sus aguas con fines reproductivos.
En este lugar también se pueden ver osos perezosos, lagartos, delfines, sulas patas azules, fragatas, pelícanos, martines pescadores, carpinteros y paletones.
Una de las cosas que hacen único al Valle del Cauca es el hecho de ser la casa de la cultura afro. No por nada, en el Valle se lleva a cabo el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, el festival de cultura afro más importante de Latinoamérica, donde la herencia afrocolombiana es la protagonista.
Casi la mitad de la población del departamento pertenece a la comunidad afrodescendiente, y por esto tanto el gobierno como entidades públicas y privadas gestionan y lideran actividades en pro de hacer valer los derechos y la identidad de esta población.
La cocina vallecaucana es mundialmente conocida por su gran variedad, color y sabor.
Delicias como el champús, el cholado, el pandebono, los aborrajados y el chontaduro son solo algunas, que, sumadas a las recetas ancestrales, guardan los secretos de varias generaciones de la tradición culinaria del pacífico colombiano.
El Valle es una explosión de diversidad natural. Con 5 Parques Naturales Nacionales y casi 200 reservas naturales de la sociedad civil, el Valle es uno de los territorios con mayor biodiversidad del mundo, más que cualquier otro departamento de Colombia.
No puedes dejar de visitar el río de aguas cristalinas en medio de la jungla del Océano Pacífico y disfrutar de la belleza de la fauna y la flora de esta región. Las más de 100 hectáreas de la Reserva Natural el Danubio constituyen un laboratorio natural que ofrece una oportunidad única y enriquecedora para el estudio de la biodiversidad.
Allí también reside el oasis de la Sirena, un hermoso lugar junto al cañón del río Anchicayá y muchas otras piscinas naturales que hacen parte del Parque Nacional Natural Farallones de Cali.
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