Gracias a la abundante diversidad biológica que presenta el Valle del Cauca, el departamento es uno de los destinos preferidos por los entusiastas del avistamiento de aves en Colombia. No por nada, esta es una zona que es conocida por ser el refugio de una impresionante cantidad de especies dada la amplia gama de ecosistemas que alberga, que van desde selva húmeda tropical hasta bosque de niebla.
El avistamiento de aves en Cali ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza y la fotografía, combinando la riqueza de aves de la región con paisajes urbanos y montañosos. Cali alberga más de 560 especies identificadas, lo que representa casi el 30% del total nacional, situada en el corazón del Valle del Cauca, es uno de los destinos más importantes para el avistamiento de aves en Colombia.
Su ubicación geográfica, variedad de ecosistemas y clima tropical hacen de esta región un lugar privilegiado para observar una amplia diversidad de especies.
Los bosques, ríos, humedales y montañas que rodean la ciudad crean un hábitat ideal tanto para aves residentes como migratorias, convirtiendo a Cali en un destino único para los observadores de aves y biólogos.
Hay 487 especies residentes Troglodytes aedon (Cucarachero común), 2 especies introducidas: Lonchura malacca (Capuchino de cabeza negra), 6 especies extintas y 7 especies endémicas: Picumnus granadensis (Carpinterito punteado).
22 especies amenazadas a nivel nacional: Penelope perspicax (Pava caucana). 26 especies amenazadas a nivel global: Spizaetus isidori (Águila crestada), 52 especies casi-endémicas: Forpus conspicillatus (Periquito de anteojos) y 72 especies migratorias: Setophaga fusca 72 (Reinita naranja).
Su geografía diversa, con montañas, valles, bosques y humedales, crea un entorno donde habita una gran variedad de especies. En la actividad de avistamiento de aves en el Valle del Cauca, los visitantes pueden explorar la naturaleza del departamento y descubrir las aves que lo hacen tan especial.
Las rutas de avistamiento varían desde caminatas sencillas hasta recorridos más intensos para quienes buscan explorar áreas menos conocidas. Los guías locales aportan conocimiento sobre la fauna y la flora, compartiendo detalles sobre los comportamientos y hábitats de las aves encontradas en el camino.
Considerado como uno de los mejores lugares para la exploración de avifauna en Colombia, el Cañón del río Anchicayá es un destino imperdible. El lugar está ubicado dentro del Parque Nacional Natural Farallones de Cali, en una zona que es conocida por su abundante fauna y flora y por la presencia de especies endémicas. Por si esto no fuera suficiente, este cañón reside en la vertiente occidental de la cordillera Occidental, una de las zonas más biodiversas a nivel mundial.
Tour de avistamiento de aves y fauna en la cuesta del Río Anchicayá
Se pueden explorar todos los senderos que el cañón tiene para ofrecer en un tour completo de avistamiento. Además de ofrecer la oportunidad de observar al tucán del Chocó o al quetzal, este es un recorrido hecho para conectar con la fauna local en un entorno natural verde y exuberante, toda una experiencia inmersiva dentro de los Farallones de Cali.
A las afueras de Cali se encuentra un espacio que permite una experiencia inclusiva con las aves. El kilómetro 18, anclado en la vía que conecta a la capital del Valle con el puerto de Buenaventura, es reconocido por su clima fresco y neblinoso.
Cuenta con senderos que se adaptan a diferentes niveles de habilidad y una espléndida biodiversidad en la que es común avistar especies como el colibrí garganta azul y el barranquero andino.
Por otro lado, es un recorrido que ofrece todo tipo de aventuras sensoriales. Para personas con discapacidad visual, por ejemplo, hay experiencias auditivas que resaltan los cantos de las aves, permitiendo una conexión única con la naturaleza.
En las zonas aledañas al kilómetro 18, a 30 minutos de Cali, se encuentra un área especial donde la humedad y la neblina crean el hogar perfecto para una biodiversidad excepcional, como el tangará multicolor, y es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y la observación de aves. Este es un lugar con senderos ideales para caminatas cortas, pero llenas de avistamientos. La mejor época para visitarlo es entre junio y agosto, cuando las precipitaciones son menores.
La Leonera, un corregimiento que hace parte de la zona rural del occidente de Cali, ofrece la mezcla perfecta de cultura y aviturismo: aquí la mitología local cobra vida a través de historias y leyendas sobre duendes y seres mágicos. Un lugar emblemático de la zona es la Reserva Natural Bichacue Yath, un jardín temático cuyo nombre significa «Santuario de Aves» en lengua nasa, hablada por el pueblo que habita en la zona andina de Colombia, especialmente en el departamento del Valle del Cauca.
Este espacio está adornado con esculturas de duendes, hadas y gnomos, y ofrece rutas guiadas ideales para la observación de alrededor de 70 especies, incluyendo colibríes y tangaras, entre otras aves endémicas. Es una experiencia mítica para educar sobre la importancia de la naturaleza y la tradición oral.
El Paraíso de los Colibríes se encuentra en la Finca Alejandría, en medio de la reserva de bosque de niebla, a 35 minutos de Cali. La reserva es una zona bastante activa con 347 especies de aves contadas y registradas.
Este refugio, en el corregimiento de Dapa del municipio de Yumbo, es una excelente opción para quienes buscan una experiencia de ecoturismo en el Valle, combinando comodidad, actividades al aire libre y un compromiso genuino con la conservación del medio ambiente.
Este es un espacio que hace parte de la Reserva Forestal Nacional Cerro Dapa-Carisucio, que es reconocida como Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA). Su bosque húmedo premontano alcanza hasta 1.850 msnm y, además de ofrecer zonas de camping y servicios de glamping, en él se pueden avistar más de 200 especies de aves, incluidas la guacharaca colombiana y el tucán rabirojo.
La Reserva Natural Laguna de Sonso, un humedal de aproximadamente 2.045 hectáreas, y la Estación Biológica El Vínculo, una reserva de 1.200 hectáreas, son dos puntos clave para encontrar aves acuáticas y de bosque seco en el municipio de Buga. Con humedales ricos en vida, estos lugares atraen a aves migratorias y residentes por igual, registrando cada uno más de 180 especies de aves, destacando de entre ellas las garzas, los patos y las aves rapaces.
Este parque, compartido entre los departamentos de Risaralda, Chocó y el Valle, es de difícil acceso, lo que lo ha convertido en un santuario de biodiversidad en el que reside una amplia gama de ecosistemas, desde los bosques húmedos tropicales hasta páramos. La zona alberga más de 620 especies de aves, incluyendo 16 endémicas de Colombia, de las cuales siete son exclusivas de la cordillera Occidental. En el parque se pueden avistar diferentes clases de tangaras y la pava caucana.
Ubicado en la costa del Pacífico, en el municipio de Buenaventura, este parque no solo es famoso por las ballenas jorobadas que llegan cada año, sino también por su rica avifauna.
Con una extensión de 47.094 hectáreas que incluyen manglares, bosques húmedos tropicales y áreas marinas, el parque proporciona hábitats ideales para aves tanto residentes como migratorias, de entre las cuales destacan el pelícano pardo, la fragata magnífica, la garceta nívea y el Martín pescador verde. Complementa tu estadía en Bahía Málaga con un magnífico tour de conexión con el Pacífico.
Esta es un área protegida a aproximadamente 18 km de la ciudad de Buga, dentro del municipio de Yotoco. La reserva abarca 559 hectáreas y se sitúa entre los 1.200 y 1.600 metros sobre el nivel del mar. Está repleta de senderos que permiten el avistamiento de especies como el pava caucana y varias aves de los bosques húmedos andinos. Es un espacio dedicado a la investigación y conservación.
La Ruta de Avistamiento de Aves «Entre Cantos y Colores» forma parte del Corredor Turístico de la Montaña y es una experiencia ecoturística ubicada en el corregimiento de Tenerife del municipio de El Cerrito.
Esta ruta es una iniciativa comunitaria liderada por la Asociación Palma de Cera, Páramos y Paisajes (ASOPALM) que busca promover el desarrollo sostenible de la región a través del turismo de naturaleza. El recorrido conecta varios puntos fundamentales para el avistamiento de aves en el departamento, ofreciendo una experiencia diversa en altitudes, ecosistemas y avifauna como el tucán terlaque e innumerables especies de colibríes.
Este sendero se encuentra en el corregimiento de El Bolo San Isidro, en la zona rural del municipio de Palmira, a 40 minutos aproximadamente de Cali. Este lugar es un ejemplo de cómo se puede integrar la producción agrícola con la conservación de las aves, y en él el paisaje agrícola se convierte en un refugio para muchas especies, atrayendo a observadores que buscan algo más que la experiencia convencional. Durante el recorrido es posible avistar aves propias del Bosque Seco Tropical.
El Corredor Turístico de la Montaña inicia en el Puente de las Águilas o de los Patos de Torrente y asciende hasta la Laguna Negra en el Páramo de las Domínguez. Esta es una reserva con varias opciones de alojamiento rural de alta montaña donde hay numerosas palmas de cera y se pueden ver fácilmente aves tan majestuosas como águilas y tucanes.
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